El Tribunal Supremo, en fecha 21 de enero de 2019, ha dictado sentencia estimando el recurso del Govern de les Illes Balears contra la sentencia de 14 de diciembre de 2017 dictada por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de las Islas Baleares. Por tanto, ha desestimado el recurso interpuesto por la Diócesis y el Obispado de Mallorca contra la Orden de 23 de mayo de 2016 de la Conselleria de Educación, Universitat e Investigación, informa esta misma Consejería.
La sentencia del Supremo declara válida en todos sus términos la Orden de 23 de mayo de 2016 de la Consellería de Educación, Universidad e Investigación por la cual se desarrolla el currículum de la Educación Primaria en las Islas Baleares, en la cual estableció una carga lectiva mínima de una hora semanal de Religión (o la alternativa de Valores Sociales y cívicos) en todos los cursos de Educación Primaria.
Esta Orden también fue recurrida por el sindicato Unión Sindical Obrera (USO) con los mismos argumentos del Obispado, a través de un recurso contencioso-administrativo que solicitaba la anulación del punto 4 de la Orden, referido a la carga lectiva de las materias, por considerar que el horario asignado a la religión católica vulneraba el Acuerdo de 1979 entre el Estado Español y la Santa Sede puesto que impedía impartir la materia en condiciones equiparables al resto de materias. El Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares dictó sentencia el 17 de enero de 2018, estimando el recurso del sindicato USO y declarando nulo el punto 4 de la Orden citada. Contra esta sentencia la abogacía de la Comunidad autónoma interpuso recurso de casación ante el Tribunal Supremo el 8 de marzo de 2018.
Ahora, en los fundamentos jurídicos de la sentencia el Tribunal Supremo considera que la carga lectiva asignada a la materia de religión en el currículum de educación primaria no vulnera el Acuerdo con la Santa Sede puesto que los recurrentes no acreditan que sea insuficiente para impartir la materia adecuadamente y en condiciones equiparables al resto.
Además, asume la argumentación de la abogacía de la Comunidad Autónoma, que hace referencia a que el Ministerio de Educación, administración educativa a la cual compete la regulación básica de la enseñanza, ha considerado en su ámbito de competencia (Ceuta y Melilla y enseñanzas a distancia) que una carga horaria similar o incluso inferior a la establecida en el currículum de Baleares es suficiente para desarrollar adecuadamente a esta materia.
Poco a poco, las escuelas se van convirtiendo en corruptorios oficiales donde los niños (amén de ser adoctrinados concienzudamente, para asegurar su conversión en jenízaros de la ideología sistémica) son desgraciados antropológicamente, mediante la infiltración de paradigmas que desestructuran su incipiente vida afectiva y su sexualidad. A esto antaño lo llamaban corrupción de menores, pero hogaño lo llaman más finamente formación en igualdad, tolerancia y respeto a la diversidad; palabras muy eufónicas tras las que se oculta un proceso de ingeniería social que deja chiquitos los procesos totalitarios de otras épocas (pues, como señala Huxley, aquéllos se imponían mediante cachiporras y cárceles, mientras que éstos se logran condicionando las conciencias). Y, bajo las coartadas seráficas de la igualdad, la tolerancia y el respeto a la diversidad, se han impartido y se imparten talleres de masturbación y clases en las que se invita a niños apenas púberes a iniciarse -como pide en sus redes sociales un depredador que se dedica a impartirlas- en un sexo «plural, abierto, sin límites» que les permita descubrir que «el sexo entre personas del mismo género se disfruta más porque conocen mejor sus cuerpos»; a la vez que se facilita «salir del armario» a los alumnos, de los cuales -según afirma el mismo tipo- la mitad «son homo, bi o transexuales» que no se reconocen como tales por culpa de «la represión heteropatriarcal». Y esta vandalización espiritual ocurre ante la pasividad de una sociedad hecha añicos, donde el naufragio de la institución familiar está generando un vacío de autoridad que los depredadores se apresuran a llenar. Cualquier política digna de tal nombre debe preocuparse de detener este rampante destrozo antropológico. Pero el llamado «pin» parental es un instrumento por completo ineficaz, egoísta y desesperado; pues, aparte de ser una estrategia llamada al fracaso, perpetúa el mal que dice combatir.
El llamado «pin» parental no es otra cosa, en realidad, sino una forma encubierta de objeción de conciencia. Tal instrumento se planteó en el pasado como un último recurso frente a las leyes inicuas; y como un modo de salvar la conciencia personal (ahondando su aislamiento, en un mundo donde la mayoría de las conciencias eran condicionadas en la dirección contraria) que, sin embargo, se abstenía de emitir juicios éticos objetivos sobre la verdad. Pero la objeción de conciencia (como este sucedáneo del «pin» parental) sólo era eficaz en coyunturas ya superadas, cuando las leyes inicuas todavía titubeaban, avergonzadas, y querían guardar hipócritamente cierta apariencia de justicia. Pero esa etapa ya está superada: la ideología sistémica ya no se avergüenza de su iniquidad; y cuando corrompe a los niños piensa sinceramente que los está educando en igualdad, tolerancia y respeto a la diversidad. Así que no tendrá rebozo en declarar ilegal ese «pin» parental, para poder proteger más fácilmente las conductas inicuas que previamente ha encumbrado como virtuosas.
Pero, además, el «pin» parental es un instrumento que postula la «privatización de la verdad» y que se preocupa tan sólo de salvar de la devastación antropológica a «nuestros» hijos, a los que protegemos de sus corruptores, dejando que los hijos del prójimo (cretinizado, lacayo de la ideología sistémica o perverso redomado) sigan siendo vandalizados espiritualmente. Y esto, amén de una falta de caridad, constituye una egoísta defensa del bien particular. O sea, no es política verdadera, que se funda en la defensa del bien común y de juicios éticos objetivos; sino nauseabunda política liberal, que se funda en el puro relativismo y en el interés personal.
Navarra Confidencial recoge los datos, según los cuales, el colegio que la ministra de Educación Isabel Celaá escogió para sus hijas fue el Colegio Bienaventurada Virgen María–Irlandesas de Leioa (Lejona).
En ese contexto, Navarra Confidencial recoge los datos, que se pueden encontrar en la prensa, según los cuales el colegio que la ministra de Educación Isabel Celaá escogió para sus hijas fue el Colegio Bienaventurada Virgen María–Irlandesas de Leioa (Lejona).
"El colegio Irlandesas de Leioa es un colegio concertado y católico en el que los alumnos reciben una educación trilingüe (español, vascuence, inglés), en el que además las fotos delatan el uso del uniforme… inmigrantes tampoco parecen abundantes en el centro a tenor de las fotos", añade Navarra Confidencial.
Si investigamos un poco acerca de las hijas de la ministra Celaá nos encontramos, sin entrar en más intimidades, que por edad parece deducirse que habrían estudiado en el colegio en un momento en que éste todavía no era mixto
"No sólo eso, si investigamos un poco acerca de las hijas de la ministra Celaá nos encontramos, sin entrar en más intimidades, que por edad parece deducirse que habrían estudiado en el colegio en un momento en que éste todavía no era mixto. O sea, que a todas las elecciones anteriores relativas a la educación de sus hijas habría que añadir que encima eligió para ellas un colegio diferenciado. O sea, segregado, que diría ahora ella o al menos su partido y sus socios", añade esta web.
"Está claro que la ministra debe estar extraordinariamente descontenta con la educación de sus hijas y cómo les ha ido en la vida, o de otra manera no se entiende que quiera negar al resto de padres el poder tomar decisiones sobre la educación de sus hijos como las que ella quiso tomar sobre la educación de sus hijas. Eso o que tiene un problema serio con la hipocresía y con las cosas que quiere para sus hijas y las que quiere para los hijos de los demás", explica Navarra Confidencial.
"Para no ser partidaria de que los padres puedan elegir la educación de sus hijos, da la impresión sin embargo de que la ministra ha hecho bastantes elecciones personales en la educación de sus hijos", añade esta web.
Sra. Celaá, soy madre de cinco hijos, trabajo a diario en la Universidad y gasto mis energías diarias entre el cuidado de mis hijos y hacer mi trabajo, y pago todos mis impuestos al Estado. Gracias a que vivo en la Comunidad de Madrid tengo alguna ayuda por familia numerosa y por la discapacidad de dos de mis hijos. En otras comunidades no tienen la misma suerte. Pero nunca, nadie de ningún gobierno me ha ayudado cuando se han levantado por la noche, ni cuando han estado enfermos, ni me han ayudado cuando han estado ingresados en hospitales. No ha corrido nadie para recoger a un niño del cole mientras yo o mi marido estábamos en el hospital con mi hijo recién operado del corazón. Ni nadie se brindó y me acompañó en las revisiones médicas de mi hijo con Síndrome de Down. Solo fueron asociaciones sin ánimo de lucro no gubernamentales, las que nos ofrecieron ayuda. De ese «papa gobierno», ni rastro. No las ví a ustedes señorías. Pero ahora ya, que el niño está en el cole, pues mira, ahora sí que quiero ser su padre, ahora quiero adoctrinarle a mi forma y manera. A quitar la libertad de educación a los padres, porque oye, ¿y si la madre no piensa como el gobierno? Pues decimos que no se puede pensar de otra forma y ya está, decimos que es el derecho del niño a ser educado, como si estuviésemos hablando de analfabetismo. ¿Y si la Sra. Montero le parece que la madre es una loca? ¿o si la madre dice algo que a las diosas del Olimpo, guardianas del bien, no les mola? O mucho peor aún ¿y si lo dice el padre? Se me hiela la sangre al pensarlo…. Eso sería terrible, si lo dice el padre será machismo en su más pura esencia (menos alguno claro, cuando a las diosas les convenga, o sean «pareja de diosas»). Ellas lo saben todo. Ellas deciden qué se dice y qué no. ¿Eso de la libertad está muy sobrevalorado, no Sra. Celaá, Sra. Montero? Ahora ya tenemos la Stasi de vuelta… ¿controlarán lo que los padres dicen en casa también? Sra. Celaá, seguro que sus hijas ya no le quitan el sueño por las noches, así que está usted invitada a venir a casa a echarnos una mano a mi marido y a mí cuando llegamos cansados del día de trabajo o, ya que tiene un sueldo vitalicio, a que nos pague alguna factura. Aprenderemos de su ejemplo, y eso sí que será coherencia. Así empezara a demostrarme que los hijos son suyos. Una última pregunta, ya que usted es filosofa y sabrá de silogismos. Si ahora pertenecen los niños al estado totalitario del Sr Sánchez y del Sr. Iglesias, entonces, también pertenecerían al estado de Franco, cuando Franco estaba al frente ¿no? Y si el siguiente presidente del gobierno es el Sr Abascal, también los niños de este país le pertenecerán, ¿no? Después de 17 años desde que nació mi hija mayor, mucho trabajo, muchos médicos, muchas noches de sueños rotos, y muchas ojeras, solo me faltaba por oír este insulto a las libertades y a la inteligencia. Pero ahora las cosas han cambiado, los padres ya no tienen libertades. No, ahora ya no porque las diosas han hablado.
M. Teresa Corzo Santamaria es decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas.
Los delegados de Enseñanza y los sindicatos afirman que las ideas para la materia “atentan contra los derechos fundamentales
avalados por los pactos internacionales, la propia Constitución Española y los acuerdos Iglesia-Estado.
Los delegados de Enseñanza de Castilla y León se reunieron ayer, 15 de enero, con los representantes de las organizaciones
sindicales mayoritarias de los profesores de Religión (ANPE, CSIF y APPRECEYL) para abordar la situación que, tal como revela la
Delegación Diocesana de Enseñanza del Obispado de Zamora, se desprende de las propuestas socioeducativas de la coalición.
Durante la reunión se llegó a la conclusión de que “las iniciativas anunciadas por el actual Gobierno”, en lo que atañe a la asignatura
de Religión, “son absolutamente inviables desde el punto de vista jurídico”. Esto es así porque “atentan contra los derechos
fundamentales avalados por los pactos internacionales, la propia Constitución Española y los acuerdos Iglesia-Estado”.
“La asignatura de Religión no es un privilegio de la Iglesia, sino que ésta se limita a dar respuesta a la demanda social de las
familias, que en algunas diócesis alcanza a tres de cada cuatro alumnos del sistema escolar”, apuntaron los delegados diocesanos.
Del mismo modo, los representantes sindicales recalcaron que su interés radica únicamente en “defender los derechos sociolaborales del profesorado”.
No escuchar a las familias
Asimismo, los delegados diocesanos señalaron que la propuesta “nace desoyendo a la mayoría social de las familias” españolas, y
cuestionaron la “legitimidad moral” de la misma.
En la misma línea, los portavoces episcopales han indicado que “no se pueden obviar las soluciones integradoras que existen en
Europa” y que es oportuno y necesario “mirar hacia ellas para encontrar una solución definitiva a la presencia digna de la asignatura
de Religión en los centros públicos, privados y concertados de nuestras diócesis”.
En programa de PSOE y Unidas Podemos para el nuevo Gobierno se especifica que, además de derogar la LOMCE, la asignatura de
Religión “será de carácter voluntario para los estudiantes sin que haya una asignatura alternativa ni la nota sea computable a
efectos académicos. Además, se subraya que se impedirá “la segregación educativa por razón de sexo en los centros sostenidos con
fondos públicos”, como ocurre en algunos concertados.
Los interlocutores coincidieron en señalar que las iniciativas anunciadas por el actual Gobierno son "inviables desde el punto de vista jurídico", y defendieron "el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones religiosas".
Cabe destacar que uno de los puntos del pacto sellado por las dos formaciones que componen el nuevo Ejecutivo señala que "la asignatura de religión será de carácter voluntario para los estudiantes, sin que haya una asignatura alternativa ni la nota sea computable a efectos académicos", una medida que complementará a la derogación de la Lomce y que no ha sido del agrado de los delegados diocesanos de enseñanza reunidos.
En ese sentido, en el comunicado emitido tras el encuentro, los asistentes aseguraron que "la asignatura de religión no es un privilegio de la Iglesia", y matizaron que esta "se limita a dar respuesta a la demanda social de las familias". Según esta nota de prensa, esa petición de las familias alcanza a tres de cada cuatro alumnos del sistema escolar en algunas diócesis.
Asimismo, los delegados diocesanos cuestionaron "la legitimidad moral de una propuesta política que nace desoyendo a la mayoría social de las familias de este país". Los asistentes a la reunión se mostraron, además, "perplejos" por la celeridad exhibida por el Gobierno a la hora de anunciar una nueva ley educativa, aunque expresaron su confianza en que, "antes de tomar decisiones definitivas", sus responsables sean capaces de "dialogar con todos sin excepción para alcanzar un consenso que dé estabilidad al sistema".
Finalmente, las delegaciones diocesanas concluyeron la reunión, que se celebró en la localidad vallisoletana de Tordesillas, con el propósito de animar a la sociedad civil "a que defienda una escuela moderna, abierta y capaz de integrar con normalidad el hecho religioso confesional". A juicio de estos representantes, es preciso "desarrollar las competencias de los alumnos, especialmente la trascendente y espiritual".
EDUCACIÓN CÍVICA Y AFECTIVO SEXUAL EN LUGAR DE RELIGIÓN
Ha sido posible gracias a la abstención de los socialistas navarros que como el PSOE tiene planes propios a nivel nacional: no tendrá efectos académicos y se quedará sin alternativa.
(ABC/InfoCatólica) La Comisión de Educación del Parlamento Foral ha rechazado la Proposición de Ley impulsada por Izquierda-Ezkerra (I-E) para reducir el tiempo de la asignatura de Religión al mínimo estatal (45 minutos a la semana) en todos los niveles educativos de Navarra de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato.
La abstención del PSN y el voto en contra de Navarra Suma al artículo único dejaron sin contenido la propuesta y puso fin a su tramitación. La iniciativa había sido apoyada por Geroa Bai, EH Bildu y Podemos-Ahal Dugu. La abstención del partido socialista navarro no sorprende puesto que ya se conocen perfectamente los planes que tienen el PSOE y Unidas Podemos para la asignatura a nivel nacional. Será voluntaria, no tendrá efectos académicos y se quedará sin alternativa.
Falta de diálogo con los padres
La iniciativa de I-E fue fuertemente contestada por padres y asociaciones que criticaron que «en todo este proceso no se ha contado ni con las familias, ni con las autoridades religiosas que colaboran con el Gobierno de Navarra para la elección del profesorado, ni con el más de 50% de padres que optan por este tipo de educación, ni con el resto de padres que están contentos con que sus hijos acudan a la asignatura alternativa de valores».
Antes de votarse el artículo único de la propuesta de Izquierda-Ezquerra, Navarra Suma señaló su apoyo a una enmienda de Geroa Bai que se solicitaba que los cambios, de introducirse, «no supongan para los profesores de religión con contrato laboral de carácter indefinido una pérdida de puestos de trabajo ni una merma de los porcentajes de sus contratos».
Educación cívica y afectivo sexual en lugar de religión
También se discutió otra enmienda de Podemos-Ahal Dugu e I-E, que planteaba, en lugar de dejar autonomía a los centros, precisar desde el Departamento de Educación el horario y el currículo de la asignatura-área que reemplazaría a la Religión. Se sugería dedicar el currículo de esa materia a «educación cívica, afectivo-sexual, para la convivencia, la igualdad y la no violencia».
Ante la falta de apoyos, se planteó la realización de un texto alternativo que no ha salido adelante. El voto en contra de Navarra Suma y la abstención de PSN imposibilitaron la tramitación de la iniciativa legislativa de I-E.
Finlandia se considera un país modelo en educación: obtiene casi siempre las mejores notas en los informes PISA y muchos investigan las causas. ¿Será porque 8 de cada 10 familias van a las bibliotecas casi cada sábado? ¿Será porque toda la enseñanza es pública? ¿Será porque los maestros están muy bien pagados? ¿O porque la mitad de los niños no van a guarderías y no pisan el colegio hasta los 7 años? ¿O porque casi todo el país pertenece a la misma etnia, lengua y cultura?
Otro tema que se puede analizar es su trato a la asignatura de Religión en la escuela. Se trata de un país con una Iglesia de Estado, la Iglesia Luterana de Finlandia, a la que pertenecen, al menos nominalmente, el 70% de los finlandeses.
Pero en la escuela -que, hay que repetirlo, es cien por cien pública, objetivo al que aspirarían muchos partidos socialistas y comunistas en Europa- se cuida exquisitamente el derecho de los padres a elegir la formación religiosa de los hijos en clase.
Ignacio Díaz, Presidente del Sindicato de Profesores de Religión PREC, muy extendido en Cataluña, explicaba en unas jornadas en octubre que el país se planteó recientemente establecer una asignatura de religión "aconfesional", pero se ha descartado. "Para ellos, la libertad de los padres a poder escoger el tipo de educación que quieren para sus hijos -sobre todo en el ámbito religioso- es fundamental. En este sentido, son tan respetuosos que incluso están permitiendo que se den clases de religión islámica ¡en árabe! por falta de profesorado con un nivel suficiente de finlandés".
Sobre este tema habló en esas jornadas de octubre María Gutiérrez Arana, una española que lleva 20 años siendo profesora de religión en Finlandia. En su ponencia destacó los puntos fuertes de la religión en la escuela en este país que es "superpotencia en educación".
El país ha decidido potenciar valores contra el radicalismo religioso pero también contra el individualismo/consumismo y ha visto que una "religión aconfesional" no sería eficaz. Más datos:
- Las familias que se declaran oficialmente luteranas deben recibir la asignatura de religión luterana: no pueden elegir otra
- Las demás familias de otras religiones pueden elegir la religión que quieran (unos ortodoxos pueden elegir la asignatura católica, por ejemplo)
- Desde 2003, si hay 3 alumnos de la misma confesión en un colegio y los padres hacen la petición, el director del centro está obligado a organizar la clase de religión
- Si hay 3 niños que lo piden en una misma ciudad, aunque repartidos en distintos colegios, los directores deben organizar el transporte para que reciban la clase
- El Estado supervisa los contenidos y libros de la asignatura junto con representantes de cada religión
- El Estado ayuda a financiar los libros de texto las religiones muy pequeñas, como la católica
- Se enseña a todos los profesores de distintas asignaturas que la clase de religión merece respeto
- A los alumnos, desde pequeños, se les habla de las otras religiones desde el respeto
- Solo ha habido 4 episodios de violencia grave en las escuelas, ninguno por motivos religiosos
A continuación, publicamos el vídeo de la ponencia de la profesora María Gutiérrez Arana, transcrita por la Federació de Cristians de Catalunya.
María Gutiérrez Arana, profesora de religión en Finlandia
Transcripción jornada 23 octubre de 2019 en Barcelona
En 1970 Finlandia hizo una gran reforma educativa pragmática con métodos innovadores a nivel estatal, igualitaria y accesible a todos -no existe educación privada en Finlandia-, y global en el sentido que la enseñanza allí tiene en cuenta todas las necesidades de los alumnos. Por ejemplo, en los colegios hay psicólogos, logopedas, médicos y dentistas: todo depende del colegio.
El Estado se encarga de la educación y del bienestar global del alumno, al igual que las actividades extraescolares y clases de refuerzo, y todo a través del colegio.
Todo ello ha llevado que los continuos cambios de estructuras, la globalización, las separaciones familiares, la violencia doméstica, la inseguridad, los medios virtuales de relación en los niños, etc… Están produciendo un detrimento del bienestar de los alumnos y son más vulnerables; no tienen capacidad de resistir a largo plazo situaciones de dificultad, de sufrimiento o de ser constantes en los estudios.
Esto ha producido un aislamiento y una pérdida de valores sociales… Incluso un empobrecimiento de las relaciones sociales. Fruto de esta educación sale un individuo que solo piensa en sí mismo. Antes era una sociedad muy solidaria por las situaciones de frío extremo y se ayudaban entre ellos.
Cuando se hizo la reforma educativa de 2016, cambiando los planes de estudio, se pensó en eliminar la asignatura de religión pero se vio que no era posible porque era la única asignatura en donde se podía abrir la puerta a un respeto de los valores familiares, que muchas familias ya habían perdido…
Una vuelta a esos valores a través de la religión. En Finlandia, que es protestante, una familia que es luterana no puede elegir el tipo de religión para sus hijos, debe de ser asignatura de religión luterana. Las demás familias de otras religiones pueden elegir la religión que quieran.
La ley que hicieron en 2003 es muy buena, pues exige que si hay tres alumnos de la misma confesión en un colegio y los padres hacen la petición, el director del centro está obligado a organizar la clase de religión y luego, si estos 3 niños no están en el mismo centro pero sí en la misma ciudad, los directores de los distintos centros tienen que organizar el transporte y demás para que se lleve a cabo la clase de religión.
Porque han visto que esto produce una mejora de los valores, y como muchos de estos alumnos son también extranjeros, darles su propia religión en el centro les ayuda a tener a una mejor confianza en sí mismos, a sentirse valorados en su origen, evitando la radicalización. El Estado está muy comprometido en esto.
Los contenidos de la religión está en el proyecto de estudios, que lo hace conjuntamente con los representantes de las confesiones y también controlan mucho los libros de texto. El Estado edita los libros. Por ejemplo, la iglesia católica es muy minoritaria allí, pues existe desde hace solo 55 años, la diócesis católica. Pues el Gobierno también ayuda a editar los libros de religión católica.
Y también se hace una labor de mentalización del resto de los profesores en el respeto hacia las clases de religión. También en el plan de estudios los alumnos, desde pequeños, se les habla de las otras religiones desde el respeto.
Las consecuencias que se buscan con este tipo de enseñanza son evitar el racismo en la sociedad y la discriminación por motivos religiosos.
En Finlandia ha habido cuatro episodios de violencia grave en las escuelas y ninguno ha sido por motivos religiosos sino por el problema del aislamiento, de la soledad de individuos que no saben relacionarse con las personas y que han perdido el sentido de la vida.
Por otro lado, lo que se busca fomentar con el actual plan de estudios es que estos alumnos de religiones minoritarias encuentren sus propias raíces. Cada semana reciben dos horas de su lengua materna, en el caso que no sea el finlandés. Producen más amor a la nueva sociedad en la que están si conocen sus raíces.
En ningún caso, se ha hecho una asignatura en la que estén todas las religiones juntas porque han visto que se quedaría todo diluido.
El acuerdo de gobierno de PSOE y Unidas Podemos, entre otras cuestiones, dice: «La asignatura de religión será de carácter voluntario para los estudiantes, sin que haya una asignatura alternativa ni la nota sea computable a efectos académicos».
La sempiterna cantinela con la asignatura de Religión es tan cansina como el inveterado recurso político a las fake news. Una nueva legislatura y un nuevo problema con la asignatura de Religión. Todos son tan demócratas como apóstol era Judas, que tutelaba sus «bienes» arbitrarios y privativos.
Utilizando un lenguaje tabernario, que es el más adecuado según sobre lo que escribes o a quién te dirijas, no puedo por menos que decir que «estoy hasta los cojones» de imbéciles y cantamañanas con y sin título universitario, con carnet, complementos y dietas.
Apuntar que la asignatura de religión será de carácter voluntario para los estudiantes es una fake news, escrita con la mala baba que tienen los tontos que a su vez son malos, porque ya desde los lejanos años del inicio del sistema pluripartidista —sabido por todos— la asignatura de Religión ha sido de libre elección para el alumnado. Si con ello se pretende que la asignatura alternativa o espejo a la de Religión es una carga gratuita para los alumnos que no eligen Religión, lo cierto es que es una opción para todos los alumnos entre muchas otras según la etapa educativa. Al final, las horas lectivas deben ser las mismas para todos los alumnos, de lo contrario tendríamos una discriminación horaria y lectiva.
A mayor abundamiento, el artículo II del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, contiene que «Las autoridades académicas adoptarán las medidas oportunas para que el hecho de recibir o no recibir la enseñanza religiosa no suponga discriminación alguna en la actividad escolar.»
El hecho de que se imparta en centros públicos de enseñanza no supone quiebra alguna de la aconfesionalidad o laicidad positiva del Estado, ni merma de su neutralidad ya que el contenido fundamental de la libertad religiosa en su dimensión colectiva es precisamente «la divulgación y expresión públicas de su credo religioso» (STC 38/2007, FJ 5).
Finalmente, que la nota de la enseñanza de la Religión no sea computable a efectos académicos es preterir una asignatura por motivos exclusivamente ideológicos, en contra del sentido común (el menos común de los sentidos) y del citado artículo II que informa que esta enseñanza se impartirá «en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales».
Las condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales, si bien no son condiciones idénticas, como ha afirmado el Tribunal Supremo, sí es relacional de forma cualitativa con esas disciplinas fundamentales, por lo que necesita de su evaluación para ser equiparable.
La STC 31/2018, de 10 de abril de 2018, señala que en resoluciones anteriores el tribunal ha considerado que la existencia de una relación de alternatividad entre religión y otra asignatura no vulnera el derecho a la igualdad, ni implica discriminación alguna, sino que se refiere a ello como razonable:
«(…) Estos objetivos pueden alcanzarse bien mediante la impartición de unas enseñanzas que respondan a las convicciones religiosas sentidas por los alumnos, bien a través de esas otras actividades paralelas, no pudiendo apreciarse en los preceptos del Real Decreto 2.438/1994 viso alguno de tratamiento desigual carente de razonabilidad o de objetividad. (...) Pues bien, resulta razonable que se establezcan cauces alternativos para el aprendizaje de las materias aquí contempladas, tanto más cuanto que esa alternatividad se articula sobre el respeto a la libertad ideológica y de conciencia.»
Todas estas cuestiones, una vez más, se encuadran en la mezquindad y en la cobardía de aquellos que no son capaces de solucionar de una vez por todas la «cuestión religiosa» de este país, que desde luego no es ni urgente ni prioritario con la que está cayendo.
Los profesores de religión temen que la medida de sacar la asignatura de Religión de las materias que cuentan para la nota media, anunciada en el acuerdo del nuevo Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, provocará "muchos" despidos y no descartan tomar medidas legales y salir a la calle a manifestarse.
Los profesores de religión temen que la medida de sacar la asignatura de Religión de las materias que cuentan para la nota media, anunciada en el acuerdo del nuevo Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, provocará "muchos" despidos y no descartan tomar medidas legales y salir a la calle a manifestarse.
"Vamos a tener muchas pérdidas de puestos de trabajo, de profesores que llevan más de 20 años en la función pública y que han demostrado a lo largo del tiempo, por las dificultades, ser unos docentes de talla mayor", ha asegurado la coordinadora nacional de las Plataformas de Profesores de Religión en la Enseñanza Pública, Amelia Álvarez, en declaraciones a Europa Press.
Por ello, ha precisado que esperarán a ver la propuesta y "si va en contra de los Acuerdos Iglesia-Estado y en contra de lo que se ha ganado en sentencias", tomarán "todo tipo de medidas", en primer lugar, legales, y en segundo lugar, están dispuestos a manifestarse.
A su juicio, con esta medida, el nuevo Gobierno quiere llevar a cabo "una persecución" a los profesores de Religión. "Van a por nosotros. Hay un ataque a las libertades, al punto 27.3 de la Constitución. Va a haber una reducción clara, pero constitucionalmente podemos ganar porque no puede haber pedagógicamente una asignatura en un sistema educativo que no se pueda evaluar y calificar", ha explicado.
Asimismo, Álvarez ha criticado que existe "un gran desconocimiento" sobre la asignatura de religión pues "muchos creen que se está dando catequesis", cuando, según recuerda, el currículo de esta materia está aprobado por el Ministerio de Educación. También argumenta que el currículo es "similar a los programas de más de 30 países desarrollados" y que ya es "de carácter voluntario" pues los alumnos pueden optar por ella o por una alternativa.
Si bien, según el acuerdo de programa de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, ya no habría una asignatura alternativa a Religión y esta no contaría para nota. "Es una barbaridad, a nosotros nos quieren hacer lo mismo que ahora ocurre con el francés o la plástica", ha precisado, añadiendo que en el caso de la Religión, es un "problema ideológico y de ataque frontal a la Iglesia católica".
De los 28 países que conforman la Unión Europea, en un total de once (como Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Suecia, Rumanía o Reino Unido) la asignatura de Religión, aunque con diferentes matices, es obligatoria en los centros.
En España, la situación es bien distinta. Lejos de existir en los colegios un paraíso para esta materia con el objetivo de privilegiar a la Iglesia, como señalan sus detractores, la asignatura es, como en gran parte de Europa (Alemania, Austria, Bélgica, Italia o Estonia) de oferta obligatoria para los centros pero voluntaria para los alumnos. Es decir, solo la cursa el que quiere. Esto ha sido así con las leyes socialistas (como la LOE, de 2006) y populares (como la LOMCE, de 2013). Con el nuevo gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, de acuerdo con su documento «Coalición progresista. Un nuevo acuerdo para España» presentado el pasado 30 de diciembre, la materia mantendrá este estatus pero perderá, por primera vez, su alternativa. ¿Esto qué significa? Que aquel alumno que decida no estudiar Religión no podrá elegir otra en su lugar, (asignatura espejo) por lo que quien no la curse podrá irse al recreo o a casa.
La consecuencia inmediata de que la asignatura se quede sin alternativa es que pocos o ningún alumno querrán escogerla. «La asignatura pierde su carácter, se cursa por la vía muerta, deja de llamarse asignatura para convertirse en otra cosa, en una actividad voluntaria», lamenta Antonio Amate, secretario general de la Federación de Enseñanza de USO, quien considera que que la propuesta «afecta a la libertad y voluntad de las familias» y recuerda que la asignatura «no es una catequesis; lo que hay detrás de esto es el intento de sacar la religión de la escuela como sea». «Si no tiene alternativa la conviertes en una extraescolar, se convierte en algo diferente a una asignatura. Se devalúa completamente», coincide Santiago García Gutiérrez, secretario general de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE).
¿Y la promoción de curso?
Por si esto fuera poco, el citado documento del Gobierno señala que la Religión, aparte de no tener alternativa, la nota no computará a efectos académicos. Esto ya ocurrió con la LOE: tanto en Primaria, ESO como en Bachillerato la calificación de Religión no contaba a efectos académicos (lo que incluye la nota media para entrar a la universidad u obtener becas). Por el contrario, la Lomce sí tiene en cuenta la Religión para estos fines. Pero de lo que no se habla (y tampoco queda claro) es si la asignatura seguirá teniéndose en cuenta para pasar o no de curso, es decir, si va a ser parte del máximo de suspensas que permitan la promoción o no, que tanto la LOE como la LOMCE sí contemplan.
La propuesta de PSOE-Unidas Podemos, no solo convierte a la Religión en una materia de segunda categoría sino que vulnera los Acuerdos suscritos entre el Estado español y la Santa Sede. El artículo 2 del acuerdo establece que la enseñanza de la religión católica se incluirá en todos los centros y niveles, «en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales».
Francisco López Rupérez, expresidente del Consejo Escolar del Estado y director de la cátedra de políticas públicas de la Universidad Camilo José Cela, pide esperar y considera que del papel al hecho hay un gran paso. Sin embargo, «de violentarse los acuerdos con la Santa Sede, la solución es apelar a los tribunales. No queda otra alternativa y que sean estos los que sometan la legislación del nuevo gobierno al principio de legalidad».
Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas advierte también de la vulneración del artículo 27.2 de la Constitución, que establece que «la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana». «Sin el conocimiento de la religión, no es posible dicho desarrollo en condiciones de plenitud», explica Centeno. Por su parte, Francisco López Rupérez recuerda también el artículo 27.3 que establece que los poderes públicos deben garantizar el derecho de os padres a sus hijos «reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».
Por su parte, a Comisión Episcopal de Enseñanza recuerdan la responsabilidad de los gobiernos «de favorecer la libertad y asegurar la educación para todos». «Esperemos que el futuro gobierno cumpla con sus funciones y defienda la libertad. Ojalá también favorezcan un pacto educativo», añaden desde la Casa de la Iglesia a la par que subrayan que «lo más importante es buscar la calidad educativa de las nuevas generaciones, de común acuerdo padres y profesores», informa Laura Daniele.
Quien sí defiende la medida es Francisco García, secretario general de la federación de enseñanza de CC.OO: «Me parece una propuesta razonable, la religión confesional no tiene que por qué estar en el curriculum, otra cosa es que en Valores Éticos se hable de la historia de la religión pero las creencias personales de cada uno no creo que deban configurar una asignatura evaluable». De hecho, CC.OO va más allá y aboga por una escuela laica en la que la religión se quede fuera del horario lectivo y del curriculum.
El «decreto del parchís»
La LOGSE, ley socialista del año 1990, se llevó a los tribunales por la asignatura de Religión. La alternativa a esta materia eran actividades de contenido lúdico y cultural no evaluables. Así lo estableció el Real Decreto 2438/1994, más conocido como el «decreto del parchís», que fue llevado a la justicia por varias asociaciones religiosas, no solo católicas sino también evangelistas e islámicas. La Sala Tercera del TS falló en contra del decreto por considerar que «vulnera el artículo 27.3 de la Constitución al ofrecer como alternativa enseñanzas que no tienen contenido moral, confesional, que según su criterio sería el único constitucionalmente posible porque siendo la educación un bien al que todos tienen derecho (27.1) y teniendo la educación por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana (27.2) aquel derecho que a todos asiste implica necesariamente que también accedan o bien a una formación religiosa, o bien a una formación moral confesional, sin alguna de las cuales sería difícilmente asumible la idea de un pleno desarrollo de la personalidad humana, cerrándose así el sistema, en cuanto a este punto, por la garantía establecida en el apartado 3, de que todos reciban una formación religiosa o moral, siendo el contenido real del derecho de los padres el de optar por una u otra, de acuerdo con sus propias convicciones, pero sin prescindir de ambas».
Navarra quiere reducir el horario de la asignatura de Religión al mínimo
Todos los partidos, a excepción de Navarra Suma, presentaron en el Parlamento Foral una Proposición de Ley sobre la enseñanza de la religión para rebajar el tiempo de la asignatura al mínimo estatal (45 minutos a la semana). «En todos los niveles educativos de Navarra de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, la asignatura específica de religión y sus alternativas tendrá una carga lectiva máxima correspondiente a la mínima establecida, con carácter prescriptivo, en la normativa básica de ámbito estatal», establece la proposición a la que ha accedido este periódico.
La iniciativa, que se presentará el próximo día 15, ha sido contestada por padres y asociaciones que critican que «en todo este proceso no se ha contado ni con las familias, ni con las autoridades religiosas que colaboran con el Gobierno de Navarra para la elección del profesorado, ni con el más de 50% de padres que optan por este tipo de educación, ni con el resto de padres que están contentos con que sus hijos acudan a la asignatura alternativa de valores».
La asignatura no tendrá efectos académicos y, por primera vez, se quedará sin alternativa. «Si no tiene alternativa, la asignatura se convierte en una actividad extraescolar», dice Santiago García, de la Conferencia Española de Centros de Enseñanza (CECE)
De los 28 países que conforman la Unión Europea, en un total de once (como Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Suecia, Rumanía o el Reino Unido) la asignatura de Religión, aunque con diferentes matices, es obligatoria en los centros. En España, la situación es bien distinta. Lejos de existir en los colegios «un paraíso para esta materia con el objetivo de privilegiar a la Iglesia», como señalan sus detractores, la asignatura es, como en gran parte de Europa (Alemania, Austria, Bélgica, Italia o Estonia) de oferta obligatoria para los centros pero voluntaria para los alumnos. Es decir, solo la cursa el que quiere. Esto ha sido así con las leyes socialistas (como la LOE, de 2006) y populares (como la LOMCE, de 2013). Con el nuevo Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, de acuerdo con su documento «Coalición progresista. Un nuevo acuerdo para España» presentado el pasado 30 de diciembre, la materia mantendrá este estatus pero perderá, por primera vez, su alternativa. ¿Esto qué significa? Que aquel alumno que decida no estudiar Religión no podrá elegir otra en su lugar, (asignatura espejo) por lo que quien no la curse podrá irse al recreo o a casa.
La consecuencia de que la asignatura se quede sin alternativa es que pocos o ningún alumno querrán escogerla. «La asignatura pierde su carácter, se cursa por la vía muerta, deja de llamarse asignatura para convertirse en otra cosa, en una actividad voluntaria», lamenta Antonio Amate, secretario general de la Federación de Enseñanza de USO, quien considera que la propuesta «afecta a la libertad y voluntad de las familias» y recuerda que la asignatura «no es una catequesis; lo que hay detrás de esto es el intento de sacar la religión de la escuela como sea». «Si no tiene alternativa la conviertes en una extraescolar, se convierte en algo diferente a una asignatura. Se devalúa completamente», coincide Santiago García Gutiérrez, secretario general de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE).
Promoción
El citado documento señala que, aparte de no tener alternativa, la nota no computará a efectos académicos. Esto ya ocurrió con la LOE. Tanto en Primaria, ESO como en Bachillerato la calificación de Religión no contaba a efectos académicos (lo que incluye la nota media para entrar a la universidad u obtener becas). Por el contrario, la LOMCE sí tiene en cuenta la Religión para estos fines. De lo que no se habla (no queda claro) es si la asignatura seguirá contando para pasar o no de curso, es decir, si va a ser parte del máximo de suspensas que permitan la promoción o no, que la LOE y la LOMCE sí contemplan.
La propuesta de PSOE-Unidas Podemos no solo convierte a la Religión en una materia de segunda categoría sino que vulnera los Acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede. El artículo 2 del acuerdo establece que la enseñanza de la religión católica se incluirá en todos los centros y niveles, «en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales». Francisco López Rupérez, expresidente del Consejo Escolar del Estado y director de la cátedra de políticas públicas de la Universidad Camilo José Cela pide esperar y considera que del papel al hecho hay un gran paso. Sin embargo, «de violentarse los acuerdos con la Santa Sede, la solución es apelar a los tribunales. Que sean estos los que sometan la legislación del nuevo Gobierno al principio de legalidad».
Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas advierte también de la vulneración del artículo 27.2 de la Constitución, que establece que «la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana». «Sin el conocimiento de la religión, no es posible dicho desarrollo en condiciones de plenitud», explica Centeno. Por su parte, Francisco López Rupérez recuerda también el artículo 27.3 que establece que los poderes públicos deben garantizar el derecho de los padres a que sus hijos «reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».
Quien sí defiende la medida es Francisco García, secretario general de la federación de enseñanza de Comisiones Obreras: «La religión confesional no tiene que por qué estar en el currículo, otra cosa es que en Valores Éticos se hable de la historia de la religión, pero las creencias personales de cada uno no creo que deban configurar una asignatura evaluable». De hecho, CC.OO. va más allá y aboga por una escuela laica en la que la religión se quede fuera del horario lectivo.
El «decreto del parchís»
La LOGSE, ley socialista del año 1990, llegó a los tribunales por la asignatura de Religión. La alternativa a esta materia eran actividades de contenido lúdico y cultural no evaluables. Así lo fijó el Real Decreto 2438/1994, más conocido como el «decreto del parchís», que fue llevado a la justicia por asociaciones no solo católicas, sino también evangelistas e islámicas.
La Sala Tercera del Tribunal Supremo falló en contra del decreto por considerar que «vulnera el art. 27.3 de la Constitución al ofrecer como alternativa enseñanzas que no tienen contenido moral-confesional, que según su criterio sería el único constitucionalmente posible, porque siendo la educación un bien al que todos tienen derecho (27.1) y teniendo por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana (27.2) aquel derecho implica que también accedan o bien a una formación religiosa o moral-confesional, sin alguna de las cuales sería difícilmente asumible un pleno desarrollo de la personalidad humana».